El Análisis Transaccional (AT), desarrollado por Eric Berne en la década de 1950, es una teoría de la personalidad dentro de la terapia humanista para el crecimiento personal y el cambio. Entre los conceptos fundamentales del Análisis Transaccional e encuentra la idea de la «posición existencial», una creencia profunda y generalmente inconsciente que cada persona tiene sobre sí misma y los demás. Estas posiciones existenciales influyen en nuestras interacciones, decisiones y, en última instancia, en la forma en que experimentamos la vida.
¿Qué es una Posición Existencial?
La posición existencial, según el Análisis Transaccional es una actitud básica que tenemos hacia nosotros mismos y los demás. Según el AT, hay cuatro posiciones principales, cada una de las cuales puede influir significativamente en nuestras transacciones o interacciones con otras personas:
- Yo estoy bien, tú estás bien (++)
- Yo estoy bien, tú no estás bien (+-)
- Yo no estoy bien, tú estás bien (-+)
- Yo no estoy bien, tú no estás bien (–)
Vamos a explorar cada una de estas posiciones en detalle.
1. Yo estoy bien, tú estás bien (++)
Esta es la posición más saludable y equilibrada. Las personas que se encuentran en esta posición se valoran a sí mismas y también valoran a los demás. Creen que tienen capacidad para manejar los desafíos de la vida y que los demás también son competentes. Esta posición favorece la cooperación, el respeto mutuo y las relaciones saludables.
2. Yo estoy bien, tú no estás bien (+-)
En esta posición, una persona se siente superior a los demás. Puede ver a los demás como incompetentes, indignos o defectuosos. Este punto de vista puede llevar a comportamientos autoritarios, críticas constantes y una falta de empatía hacia las necesidades y sentimientos de los otros.
3. Yo no estoy bien, tú estás bien (-+)
Aquí, la persona se siente inferior, inadecuada o deficiente en comparación con los demás. Esta posición puede llevar a la dependencia, la baja autoestima y la autocrítica. Las personas en esta posición tienden a subestimar sus capacidades y a sobrevalorar las de los demás.
4. Yo no estoy bien, tú no estás bien (–)
Esta es una posición de desesperanza y desconfianza total. La persona no solo se siente mal consigo misma, sino que también ve a los demás como inútiles o indignos de confianza. Esta actitud puede conducir a la depresión, la desesperanza y una visión muy negativa del mundo.
Importancia de las Posiciones Existenciales
Comprender nuestras posiciones existenciales es crucial porque estas influyen en todos los aspectos de nuestra vida, desde nuestras relaciones personales hasta nuestra carrera profesional y nuestra salud mental. A menudo, estas posiciones se forman en la infancia, basadas en nuestras experiencias tempranas y las interacciones con figuras importantes como padres y maestros. Sin embargo, es posible cambiar estas posiciones a través de la auto-reflexión, la terapia y el desarrollo personal.
Transformación y Crecimiento
El objetivo del Análisis Transaccional en Terapia Humanista es ayudar a las personas a moverse hacia una posición de «Yo estoy bien, tú estás bien». Las personas pueden aprender a reconocer y desafiar sus creencias limitantes, desarrollar una autoestima saludable y construir relaciones más equilibradas y satisfactorias.
Conclusión
La posición existencial es un concepto poderoso en el Análisis Transaccional que nos ayuda a entender cómo vemos el mundo y cómo interactuamos con los demás. Al trabajar para adoptar una posición más positiva y equilibrada, podemos mejorar significativamente nuestra calidad de vida y nuestras relaciones. El AT ofrece herramientas y enfoques prácticos para facilitar este cambio, promoviendo un crecimiento personal profundo y duradero.
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