En el universo de las Constelaciones Familiares, una poderosa herramienta terapéutica creada por Bert Hellinger, emerge un concepto impactante: el vínculo profundo e invisible que conecta a la víctima con el perpetrador. Este lazo, aunque a primera vista pueda parecer paradójico o incluso perturbador, es clave para comprender y sanar las dinámicas familiares y personales que arrastramos.

Entendiendo la dinámica víctima-perpetrador
Desde la perspectiva de las Constelaciones Familiares, el perpetrador y la víctima no son meros roles aislados. Ambos comparten una conexión que suele estar enraizada en el sistema familiar, abarcando generaciones y marcado por eventos traumáticos. Este vínculo a menudo está regido por sentimientos no resueltos de culpa, deuda o amor desordenado, y puede perpetuarse si no se aborda conscientemente.
El reconocimiento de este lazo no busca justificar ni minimizar las acciones del perpetrador, sino permitir que ambas partes sean vistas desde una perspectiva sistémica. La reconciliación interna implica aceptar la realidad tal como es, sin juicio, para encontrar un lugar de paz.
Ejercicios prácticos para transformar la relación víctima-perpetrador
Para integrar y sanar esta compleja relación, las Constelaciones Familiares ofrecen ejercicios prácticos basados en la visualización, el reconocimiento y el movimiento interno. Aquí hay algunos que pueden ayudarte:
- El reconocimiento del otro:
- En un espacio tranquilo, imagina al perpetrador frente a ti. Reconoce su humanidad, sin justificar sus acciones, y expresa en voz baja: «Te veo, y reconozco lo que ocurrió. Esto pertenece a ti, no a mí.»
- Reclama tu poder:
- Visualiza una cuerda simbólica que te une al perpetrador. Cuando te sientas lista, corta esa cuerda con unas tijeras imaginarias, afirmando: «Libero este vínculo desde el amor y la compasión.»
- El agradecimiento sistémico:
- Este ejercicio busca honrar tu sistema familiar. Pronuncia en voz alta: «Gracias por lo que me fue dado. Tomo lo bueno y dejo lo que no me pertenece.»
- Encuentra tu lugar en el sistema:
- Párate en un espacio amplio y visualiza a tus ancestros detrás de ti. Siente su apoyo y permite que el dolor del pasado fluya hacia ellos, para que tú puedas avanzar.
La transformación como clave para el equilibrio
Sanar el vínculo entre víctima y perpetrador no significa mantener contacto físico o emocional con la persona que ocupó ese rol. Es un proceso interno, que se centra en liberar cargas, encontrar tu lugar en el sistema familiar y avanzar hacia una vida más plena.
A través de estos ejercicios y la práctica constante, puedes experimentar la liberación de patrones que ya no te sirven y abrir espacio para el crecimiento y la paz en tu vida.