Antes de conocer tus heridas infantiles y los mandatos que las acompañan, primero entendamos su origen y significado.
Las heridas infantiles, desarrolladas por Lise Bourbeau, son experiencias dolorosas que vivimos durante nuestra niñez y que pueden dejar cicatrices emocionales profundas. Estas heridas influyen en nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos en la vida adulta.
El Análisis Transaccional (AT), una teoría desarrollada por Eric Berne, ofrece una perspectiva interesante sobre cómo estas heridas se relacionan con los mandatos que recibimos en nuestra infancia.
¿Qué es el Análisis Transaccional?
El Análisis Transaccional es una teoría de la personalidad y una psicoterapia que se centra en las interacciones sociales y cómo estas afectan nuestro comportamiento y desarrollo personal.
Según Berne, nuestra personalidad se compone de tres estados del yo: el Padre, el Adulto y el Niño. Cada uno de estos estados influye en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
Las Heridas Infantiles
Las heridas infantiles pueden surgir de diversas situaciones, como el abandono, el rechazo, la humillación, la traición y la injusticia. Estas experiencias nos llevan a desarrollar creencias negativas sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea.
Asimismo, un niño que ha sido constantemente criticado puede crecer creyendo que no es lo suficientemente bueno.
Mandatos del Análisis Transaccional
En el contexto del AT, los mandatos son mensajes poderosos que recibimos de nuestros padres o figuras de autoridad durante la infancia.
Estos mandatos pueden ser explícitos o implícitos y suelen influir en nuestro guion de vida, es decir, el plan inconsciente que seguimos a lo largo de nuestra vida.
Algunos ejemplos de mandatos son “No seas tú mismo”, “No tengas éxito”, “No pertenezcas”, “No sientas”, “No pienses” o “No crezcas”.
La Conexión entre Heridas y Mandatos
Las heridas infantiles y los mandatos están estrechamente relacionados. Las experiencias dolorosas de la infancia refuerzan los mandatos negativos que hemos recibido.
Por ejemplo, un niño abandonado puede internalizar el mandato de “No confíes en nadie”. Este mandato, a su vez, influye en sus relaciones futuras, llevándolo a evitar la intimidad por miedo a sufrir la herida nuevamente.
Tipos de Heridas y su mandato correspondiente
- Herida de Abandono
- Descripción: Esta herida se produce cuando de niño sientes que no recibiste suficiente atención o cuidado de tus padres o cuidadores. Puede surgir de situaciones como la ausencia física o emocional de los padres.
- Mandato Correspondiente: “No confíes en nadie”. Este mandato puede llevar a la persona a evitar la intimidad y a tener dificultades para confiar en los demás.
- Herida de Rechazo
- Descripción: Ocurre cuando un niño se siente no deseado o rechazado por sus padres o figuras de autoridad. Puede ser el resultado de críticas constantes o de la falta de aceptación.
- Mandato Correspondiente: “No seas tú mismo”. Este mandato puede hacer que la persona sienta que debe ocultar su verdadero yo para ser aceptada.
- Herida de Humillación
- Descripción: Esta herida se produce cuando un niño es avergonzado o ridiculizado, ya sea en público o en privado. Puede ser el resultado de burlas, críticas destructivas o castigos humillantes.
- Mandato Correspondiente: “No te sientas bien”. Este mandato puede llevar a la persona a tener una baja autoestima y a evitar situaciones en las que podría destacar.
- Herida de Traición
- Descripción: Surge cuando un niño siente que alguien en quien confiaba lo ha traicionado. Puede ser el resultado de promesas incumplidas o de la falta de lealtad por parte de figuras importantes.
- Mandato Correspondiente: “No confíes en nadie”. Similar a la herida de abandono, este mandato puede llevar a la persona a ser desconfiada y a tener dificultades para establecer relaciones cercanas.
- Herida de Injusticia
- Descripción: Esta herida se produce cuando un niño siente que ha sido tratado de manera injusta o desigual. Puede surgir de situaciones en las que se siente comparado desfavorablemente con otros o castigado sin razón.
- Mandato Correspondiente: “No tengas éxito”. Este mandato puede hacer que la persona sienta que no merece el éxito o que debe sabotear sus propios logros.
Superando las Heridas y Mandatos
El primer paso para superar las heridas infantiles y los mandatos negativos es tomar conciencia de ellos. La terapia basada en el AT te puede ayudar a identificar estos patrones y trabajar en cambiarlos.
A través del análisis de tus transacciones (interacciones) y la reestructuración de tu guion de vida, puedes empezar a sanar y desarrollar una visión más positiva de ti mismo y de tus relaciones.
Conclusión
Conocer tus heridas infantiles y los mandatos que las acompañan del Análisis Transaccional te ofrece una ventana para entender cómo tus experiencias pasadas moldean tu presente.
Al reconocer y trabajar en estos aspectos, puedes liberarte de patrones negativos y construir una vida más plena y satisfactoria.
¿Te gustaría profundizar en algún aspecto específico del Análisis Transaccional o tienes alguna experiencia personal que quieras compartir? Pide tu cita con nosotros.